Cierto es que la devoción a María Santísima de la Encarnación y Esperanza es algo por lo que trabajamos diariamente. Desde un comienzo el propósito de su adquisición ha sido fomentar el amor a María, un amor ciego que nos haga sentirnos arropados en todo momento a lo largo por nuestro paso terrenal, y además, poder manifestarlo públicamente y compartirlo con todos cuantos estén a nuestro alcance. Y poco a poco van saliendo los frutos de este trabajo incansable, en esta ocasión, hablamos de un chico que siempre ha estado pendiente de nuestros pasos y se ha acercado para descubrir desde su perspectiva infantil la trastienda cofrade. Bien es cierto que nosotros no somos maestros de nadie, pero nos gusta transmitir nuestros conocimientos y poder dar explicación a todo cuanto se realiza, por eso, a este pequeño le tenemos gran estima, cariño, y sobretodo, le tenemos el ojo echado para que en un futuro pueda acompañarnos y echar una mano con este gran proyecto qu
Pozoblanco (Córdoba)