Sin duda los días 21 y 22
de octubre de 2017 han sido unos días para recordar. Hemos vivido unos días
muy especiales con María Santísima de la Encarnación y Esperanza. Por primera
vez en nuestro camino nuestra Imagen ha sido coronada de amor por sus fieles
devotos que han querido colaborar con nosotros, en este proyecto de una corona
de calidad para Ella, nuestra Reina soberana.
Desde nuestra mano,
queremos agradecer una vez más a todos los devotos su granito de arena, sus
esfuerzos para conseguir que este proyecto se haya podido llevar a cabo y que
todo haya salido según su lo esperado.
Como mencionamos en la
Eucaristía, queremos que todos los que os acercáis a venerar a nuestra Madre,
la tengáis como consuelo diario, como referencia en el camino, y os pedimos que
vuestro corazón se deje cautivar por la grandeza que tan cerquita tenemos, y
que no es ni más ni menos que el refugio de la Madre de Dios, y Madre nuestra.
Escuchad su voz, que constantemente nos dice que estemos tranquilos, que
confiemos en Ella porque todo va a salir bien, y que sin lugar a dudas, quien
está a su lado, nada debe temer.
Santa María de la
Encarnación y de la Esperanza, ruega siempre, siempre por nosotros, tus hijos,
que venimos a venerarte con amor, devoción, y a ofrecerte diariamente la mejor
de las intenciones que afloran en nuestros corazones. Gracias por estos días
que nos has hecho vivir, Madre.
(Momento de la imposición de la nueva Corona)
(María Santísima de la Encarnación y Esperanza expuesta en besamanos con su nueva Corona)
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