Amanece en el día de hoy nuestra Madre María Santísima de la Encarnación y Esperanza vestida de luto para la conmemoración de los Fieles Difuntos. Hoy detenemos nuestra consideración y nuestra oración en nuestros hermanos, los fieles difuntos que están en el Purgatorio. Con estos hermanos nuestros, que "también ha sido partícipes de la fragilidad propia de todos ser humano, sentimos el deber - y la necesidad - de ofrecerles la ayuda afectuosa de nuestra oración, a fin de que cualquier eventual residuo de debilidad humana, que todavía pudiera retrasar su encuentro feliz con Dios, sea definitivamente borrado" (Juan Pablo II).
Pozoblanco (Córdoba)